Autora: Suyín Isturiz

¿Pero por qué
estaría tan furioso el Sol? Pues resulta que estaba cansado de ser el único que
lanzase fuego, se sentía solito y no sabía cómo expresar su enojo.
La Tierra cansada
de aquella pataleta tan tremenda le dijo:
- - Oye
amigo no puedes solucionar tu enojo lastimando a los demás, ¡eso no es nada
amable!
El Sol, algo
apenado por el llamado de atención de la Tierra, le contestó: -Es que estoy muy
cansado de ser el único que tenga fuego dentro de sí, quisiera algo de
compañía.
Y la Tierra,
pensando en la situación del Sol y queriendo ayudar, le hizo una propuesta: - Y
si en vez de destruir con tu fuego, ¿creas algo nuevo?
- - Y…¿cómo?,
preguntó el Sol
-
- Pues….hagamos
algo – dijo la Tierra-, yo tengo un gran reptil volador que parece algo solitario, quizás le gustaría
hacerte compañía, se llama Dragón, gánate su amistad y seguro te hará compañía.
El Sol lo pensó
un rato, y después de dar dos vueltecitas le dijo: - Pues ¡Venga el Dragón!
Así, al llegar el
Dragón el Sol, como señal de amistad, le regaló un rayito muy potente, tanto que ocupó todo el cuerpo de aquel reptil volador y como
su piel era tan gruesa, el rayo de quedó atrapado en su cuerpo, así cada vez
que Dragón estaba contento lanzaba fuego de su garganta.
Desde ese entonces, el Sol ya nunca se sintió solo, Dragón
siempre lo acompañaba, y de vez en cuando volaba a la Tierra y llevaba compañía
de otros reptiles alados, a los que el Sol tenía a bien obsequiarles un rayito
de su poderosa luz. De esa manera Sol aprendió que cuando estaba enojado, la
solución no era destruir, sino crear para sentirse mejor. Por eso algunas
mamitas le dicen a sus niños que cuando estén enojados se sienten a colorear o
que bailen con mucha energía, hasta que su enojo se transforme en arte y
felicidad.
Y si alguna vez
al atardecer vez alguna mancha naranja en el cielo, seguro es una estela que
dejó el Sol al obsequiarle un rayito de su luz a un buen amigo dragón.
Y colorín
colorado, este luminoso cuento se ha terminado, y el que no levante el dedito
se ¡queda asoleado!