El Enojo del Sol
Autora: Suyín Isturiz H ace mucho pero mucho mucho tiempo, el Sol estaba ¡furioso!, lanzaba llamas de un lado a otro, girando una y otra vez. Sus bolas de fuego lastimaban a todos los planetas a su alrededor, de hecho si te fijas bien, la Luna tiene unos hoyitos que le quedaron de aquella rabieta que tenía el Sol. ¿Pero por qué estaría tan furioso el Sol? Pues resulta que estaba cansado de ser el único que lanzase fuego, se sentía solito y no sabía cómo expresar su enojo. La Tierra cansada de aquella pataleta tan tremenda le dijo: - - Oye amigo no puedes solucionar tu enojo lastimando a los demás, ¡eso no es nada amable! El Sol, algo apenado por el llamado de atención de la Tierra, le contestó: -Es que estoy muy cansado de ser el único que tenga fuego dentro de sí, quisiera algo de compañía. Y la Tierra, pensando en la situación del Sol y queriendo ayudar, le hizo una propuesta: - Y si en vez d...