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Mostrando entradas de agosto, 2019

Un Pollito de Colores

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   En un lugar apartado de la Amazonía Legendaria, en los tiempos en los que TeoTeo el Cocodrilo aún no cambiaba a color verde, habitaba la selva la gallina Fina y su esposo Germán, conformaban la familia Gallardo. Eran unos esposos muy respetables y tradicionalistas, Fina cuidaba a sus pollitos con mucho amor y Germán orgulloso se ocupaba de enseñar a sus pollitos el camino que la naturaleza les tenía señalado, mantener bajo control los gusanitos y otros insectos y escoger los granos más tiernos y deliciosos. La vida de la familia Gallardo era muy rutinaria, “huevos, pollitos, gallinas y gallitos” era el lema de la familia.    Como era bien sabido, la familia Gallardo sentía mucha admiración y gratitud por el Gran Sol, pues este ayudaba a calentar a sus pollitos en la mañana y les daba ese tierno color amarillito que tienen los pollitos al nacer, por eso Germán cantaba todas las mañanas para recibir la Sol con alegría y avisar a los demás animales de l...

El Gatito Marañau

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    Cuenta una leyenda vieja que Marañau se llamaba el primer gato del mundo que brincaba y que maullaba. Marañau era tremendo, inquieto y muy juguetón. Brincando de nube el nube al rendondo Sol arañó, de allí salen las rayitas amarillas y largotas que los niños dibujantes al señor sol le colocan. Y brincando entre las nubes Marañau iba maullando y jugando con la Luna la hizo salir rodando, de tanto rodarla en el cielo ella se fue desgastando y ahora se ven los huequitos que Marañau fue causando. ¡Ah Marañau brincatechos! Allá se le ve saltando, cazando a los ratoncitos que el queso se van robando y la cesta con estambres que tenía la abuelita este gato que es muy loco va de un salto y se la quita. Este gatito muy listo, el primero que existió, va siempre de techo en techo robándome el corazón.

¿Por qué Andan Juntas Luna y Tierra?

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       Al principio de todos los tiempos, el Sol era el señor regente de los cielos, se encargaba del orden de todos los planetas, los astros, los satélites, todo, absolutamente todo estaba bajo su orden, con  mucha seriedad y amor.    El planeta Tierra era aún muy joven, y tenía una compañera algo revoltosa, llamada Luna, era juguetona, traviesa y muy inquieta y hacía que al Sol le salieran rayitos de colores, de tanto hacerlo rabiar. Tierra y Luna parecía hermanas, eran del mismo tamaño, solo las diferenciaba el color, Luna con su blanco brillante y Tierra con sus hermosos tonos de marrón y azul celeste. -         -      ¡Vamos a jugar amiga Tierra! – decía la Luna -                   - Está bien- contestaba Tierra – pero tranquilitas sin hacer mucho desorden, no sea que el señor Sol se moleste.    Pero esa promesa du...