La Pequeña Gran Luz
C uando nació el primer león en el mundo, todos los animales de la selva fueron a rendirle tributo al pequeño gran rey, todos, excepto las hienas, que eran enemigos de la Madre Leona, por asuntos de poder. Le llevaron obsequios lujosos y le brindaron todas las reverencias apropiadas de acuerdo a su real investidura. La Madre Leona, realmente orgullosa, le indicó a los animales hacer una larga fila para honrar al recién nacido, primero los animales más grandes y luego los más pequeños, según ella, de acuerdo a su orden de importancia en el reino animal. Pasaron elefantes, jirafas, caballos, hasta TeoTeo con su inmensa cola y su gran color verde y también Tino el Rinoceronte . Una vez que pasaron los animales más fuertes y robustos, la gran leona gritó: - - ¡Aaaaaaaalto!, ya no aceptaremos más obsequios. El rey debe descansar – y murmurando para sus adentros - no creo que ningún obsequio...