Yo he viajado a
la Luna- me decía mi mamita- ,
y no está hecha de queso, sino de muchas caricias.
y no está hecha de queso, sino de muchas caricias.
Las manos de las
mamitas están llenas de algodón
para acariciar a
sus hijos y proliferar amor.
Al elevar esas
manos al cielo con gran bondad,
alcanzamos a la
Luna de tanta felicidad
y dejamos así en
ella las motitas de algodón,
y ella
contenta comenta: ¡Bendito sea el amor!
Escrito por: Suyín Isturiz(2017)
Amiga!! Que lindo :-)
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